Disfraz infantil de manzana

«Peque, de que queres ir disfrazado este ano? De mazá!»

¡Y así fue!

Va con dos años de retraso, pero como dice el refrán, ¡lo prometido es deuda!

Lo que buscaba para el niño, a la hora de confeccionarlo, era comodidad, que abrigase y que, si se cansaba de la manzana, que no quedase simplemente con una base lisa; así que dividí el diseño en dos partes.

MANZANA

No soy muy amiga del foam, aunque quizás sea una de las telas más adecuadas para este diseño.

La razón; cuestión de gustos, sin más; aunque tengo trajes con este material (véase el disfraz de Lumiérè)

Así que utilicé una tela guateada, forrada con una roja, para que mantuviese la forma y que abrigase.

Como detalle final, con tela verde entretelada y cubierta con una gasa en un tono más claro, le hice las hojas.

Delantero/trasero

GUSANO/RAMA

Para dar un toque al disfraz y evitar lo comentado más arriba, las extremidades y la cabeza formaban el gusano y la rama.

Con tela de algodón diseñé un chándal donde, los brazos y una pierna, lo que venía siendo la rama, iban forrados en verde oscuro y, su pareja, en verde claro, la cual, junto con el gorro, formaba el gusano.

Para el gorro me inspiré un poco en el mismo sistema que utilizamos para el disfraz de «Circo de pulgas»; forré la base de un gorro de pirata, le preparé unos ojos bien grandes con pestañas para que luciesen y le coloqué unas antenas, y cierto es, que le proporcionaba ese toque alegre e infantil al disfraz.

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Disfraz de buitre «El libro de la selva»

Aunque este año los carnavales fueron un poco apurados y empezados con pocas ganas, basta con tener a un pequeñajo en tu vida y gustarte estas cosas para que, si ya por norma general, no me da la paciencia para estar parada, menos cuando lo haces por llenar de vivencias la existencia de esa personita.

A la hora de escoger la temática del disfraz buscaba, por un lado, lo que siempre busqué para mí, comodidad para poder desenvolverme sin problema y sin tener que sacarlo durante el tiempo que quisiese llevarlo y, a mayores para el niño, que fuese abrigado y sin nada en la cabeza o, como mucho, una capucha simple para el frío.

Tras una batería de ideas me decanté por los buitres de «El libro de la selva».

Buitres - El libro de la selva

Buitres - El libro de la selva

La idea era que el niño fuese el rubio, por lo que solo le pintaría la nariz roja y para mí haría la cabeza del calvo. Pero… ¡empecemos por el cuerpo!

CUERPO

El cuerpo del disfraz consiste en un mono entero abierto por delante con una cremallera.

El delantero del mono en gris claro y, la trasera, dividida en dos partes; la parte del pantalón en gris claro y la espalda en oscuro (de la que sale la forma de la cola cortada en zigzag para simular las plumas).

Pantalón a la altura de la rodilla y terminado también en zigzag.

      

Las mangas, en gris oscuro, llevan incorporadas las alas que continúan por la costura del mono en su unión con el mismo.

ALAS

Formadas por dos capas; una más larga clara por delante y oscura por detrás con la forma de las plumas y otra más corta, en verde manzana, que le aporta un poco de color al disfraz.

      

CUELLO

En pelo dacha blanco que, en el disfraz de adulto, va directamente cosido pero, en el de niño, va unido con corchetes para que, en caso de que le incordie, se pueda sacar.

CABEZA

Para la cabeza se utilizó el patrón de la cabeza del disfraz de Asno, pero adaptado. Sacando las orejas y variándose la forma del morro para hacer el pico del buitre.

Para el niño se diseñó una capucha sencilla en color rosa. Por norma general no es un niño que lleve bien las capuchas y los gorros, por lo que salvo por frío o lluvia, tampoco quería obligarlo a llevar necesariamente algo en la cabeza por los carnavales y que le cogiese manía al disfraz o a la fiesta en sí. Así que uno de los días tuvimos que echar mano de ella.

ZAPATOS

Aprovechando unos zapatos viejos se pintaron con spray naranja y, principalmente los del niño, quedaron graciosos con el detalle que tenían de los flecos.

Pero… ¿y el papá? el año pasado éramos tres y este año perdimos a un componente.

Este año iba en la comparsa y no me daba tiempo a prepararle ambos disfraces, pero… ¡eso quedará para el próximo post! ¡Feliz comienzo de semana!

   

   

   

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Disfraz de «Gato con Botas» de Shrek

Después de mostrar el proceso de diseño y confección del disfraz de Shrek para bebés y de Asno, quedaba pendiente el de Gato, que aunque había prometido publicarlo en la mayor brevedad posible, digamos que esa brevedad se ha ido extendiendo hasta pasado el año. Disculpas por el retraso.

El disfraz de Gato es, de los tres, el que más detalles tenía debido, principalmente, a los complementos del disfraz.

Para el cuerpo diseñé un mono abierto por delante, cosiendo, antes de unir cada una de las partes, alguna lista de pelo en marrón para simular las vetas de su pelaje.

La cabeza consistía en una capucha unida al mono sobre la que se añadieron los ojos, el hocico y cejas, estos dos últimos rellenos con miraguano para darles volumen.

Algunos os habréis dado cuenta de que a este felino le faltan las orejas, como el personaje llevaba sombrero, evité ponerlas para que, a la hora de sujetarlo, no me entorpecieran en el agarre, dicho esto, ¡vamos con el sombrero!

Después de comprar uno ya confeccionado, lo descosí y lo forré para volver a unir cada una de sus partes y así hacerlo los más parecido posible al de la película. Principalmente las características que buscaba a la hora de escogerlo eran: forma, ligereza y maleabilidad, características que me iban a ser difíciles de conseguir si lo hubiese empezado desde cero.

   

Para la capa, al igual que en los cubre botas y en los guantes, se utilizó la misma pasamanería usada en la confección del sombrero, cortada al bies y sujeta a los hombros con unos corchetes.

Cuando se diseñó el mono, en vez de continuar el pantalón hasta el tobillo, se hizo de corte pirata, de esta forma conseguiría estilizar las patas traseras del gato empezando estrechas a la altura del tobillo y terminando más anchas al llegar al cuádriceps.

Para ello, el cubre botas, se colocaría sobre la parte alta de mis botas de diario llegando hasta la rodilla. El efecto final serían las auténticas botas de caña alta de el Gato con Botas.

En la siguiente foto podréis apreciar el corte visto de frente y de lado, buscando suavizar la unión con mi calzado.

Finalmente, este gato no podría ser un buen espadachín sin su espada y sus guantes.

Para ello, con un trozo de cuero y una hebilla hice el cinturón y, la espada y los guantes, fueron comprados pero, como ya comenté, decorados con la pasamanería utilizada en el resto de complementos para mantener la armonía con el disfraz.

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