Se dice que los Reyes Magos y su séquito han llegado a España, más concretamente ao Mosteiro (Meis).
Son varios los vecinos que nos comentan que han hecho parada en la Carnicería «O Mosteiro» – Luis Fernández, lo que no sabemos es si a cargar con sus sabrosas cestas de Navidad o a probar sus famosos «chourizos viaxeiros», sea cual sea la razón, ¡me voy con los peques para allá!
A ver si mientras compramos lo necesario para las deliciosas recetas de Navidad coincidimos, por lo menos, con algún camello. Bon appétit!
Si aun no os habéis acercado al Centro Comercial Arousa, es un buen momento para hacerlo.
Hace un par de días inauguraron su encendido navideño y toda la decoración de las zonas comunes gira en torno a «El Cascanueces», en él podréis encontrar figuras del cascanueces de más de dos metros de altura, bailarinas y al Rey de los ratones. Trabajazo que han realizado en su taller de Navidad y que les ha quedado espectacular.
Os dejo algunas fotos para que opinéis vosotros mismos, a mi me ha encantado.
Y, ¿por qué os cuento todo esto? Porque el Centro Comercial Arousa nos sirvió de inspiración para el escaparate de Vilaóptica.
Hace un par de años ya habíamos tenido al cascanueces (véase aquí), me parece que es una de las temáticas más hermosas de la Navidad, así que este año decidimos seguir el hilo del Centro Comercial Arousa recreando a la bailarina, simpatizando, de esta forma, con el decorado de las zonas comunes.
Para ello aproveché el maniquí que ya había utilizado en el Peter´ s Room pero con modificaciones (véase aquí) . Preparando su corsé con una ornamentación más propia de la Navidad y una falda de tul iluminada.
Con un expositor antiguo restaurado, cuya forma me recordaba al sombrero del cascanueces, simbolicé al soldado para la presentación del producto, donde la base eran sus piernas y, sobre ellas, reposaba el sombrero.
Finalmente, para recrear la mañana de Navidad como en el libro de «El Cascanueces», con paquetes de regalos decoré el otro escaparate y los expositores del interior de tienda.
Hay trabajos que, año tras año, siguen gustando y siguen llamando la atención, es el caso del soldado cascanueces.
Este año ha cambiado de destino y la verdad es que no ha escogido nada mal, ¿quién no querría pasar unas navidades rodeado de productos de la tierra y de calidad? Sobró media tarde para darme cuenta de que, en la carnicería «O Mosteiro», sus chorizos ahumados gozan de buena fama, si medio centenar de clientes entraron, medio centenar que los llevaron.
En esta decoración se buscaba, por un lado, minimizar lo máximo posible el espacio a ocupar y, por otro, presentar sus cestas navideñas de costilla, panceta, chorizos, etc.
Es decir, un regalo para el paladar.
Con este fin se sitúo el soldado en una zona libre de paso, que no entorpeciese ni a clientes ni a empleados, pero que a la vez sirviese de reclamo para la exposición de las cestas, usando, para ello, paquetes de regalos como base.
Con una cadena dorada y unas bombillas, se ambientó la zona del mostrador, evitando objetos de purpurina o decoraciones que entorpeciesen el ritmo de trabajo.
Y, con una guirnalda de luces, se unificó la zona de ventas.
Y no me despido sin antes recordaros que, en la carnicería «O Mosteiro», realizan envíos a domicilio, incluso de los productos más típicos de la navidad, como el cordero lechal, el rollo de ternera o el gallo casero, entre otras opciones.
Que este virus no nos impida poder disfrutar de uno de los grandes placeres de la vida.
Para todos aquellos que no habéis escrito la carta a los Reyes Magos, os tengo buenas noticias, ¡aún estáis a tiempo! y lo mejor de todo es que podréis hacerlo personalmente, pues nuestros tres magos se encuentran de paso por la librería Nobel de Vilanova y he oído que echarán una temporada larga.
Aunque ya han divisado la estrella, este año han decidido desviarse un poco de su camino para intercambiar el oro, el incienso y la mirra por una buena literatura y, de paso, recoger todos los encargos que les han ido enviando.
¿Serán los camellos capaces de soportar toda la carga? Me da a mí que este año Consuelo y Eulogio van a tener que cambiar el uniforme y prepararse para unas buenas horas extras. ¡No vaya a ser que nuestros camellos se pongan de huelga!
La noche del 5 de enero es una de las noches más deseadas del año y, como viene siendo tradición, son muchos los niños que, ilusionados, les dejan un poco de dulce y leche caliente a los Reyes Magos para que, llegados de Oriente, cojan fuerzas para continuar su camino.
Por eso, este año, en la librería Nobel, hemos preparado un apetitoso pueblo de jengibre compuesto por más de 600 galletas de diferentes tamaños y formas para que, tanto Reyes como pajes, puedan reponer sus fuerzas durante las compras navideñas.
Aprovechando materiales propios de la librería, se han diseñado unas exquisitas «galletas» de madera con forma de árbol decoradas con goma eva y pintura 3D.
Con galletas originales tratadas, botones, abalorios, goma eva y plastilina; se han construido las casas; colocando todos los materiales sobre una base inicial y decorando sus paredes internas con papel de pared, muy acorde con la temática del escaparate.
Llegada la noche, los dulces habitantes del pueblo de jengibre comenzarán a encender las luces de sus casas y establecimientos, como si de un pueblo real se tratase y, ahí, será cuando podremos apreciar los detalles de sus paredes.
Para la decoración de los libros, hemos hecho un poco de repostería con el clásico muñeco de jengibre, tratado y decorado con pintura 3D para evitar la visita de posibles insectos.
Y, con unos botones, se han simulado los caramelos que acompañarán a este tierno personaje durante todas las navidades.