Cartas sobre madera. Diurno Café-Bar Vilagarcía

En este post os comentaré como transferir imágenes sobre madera, una técnica sencilla aunque trabajosa, que no había realizado nunca, idea del propio dueño del local (solo hay que ver sus negocios para ver que no les falta detalle, véase Diurno o Bianco) y con un resultado muy chulo.

 

MATERIAL

  • Tablillas
  • Medio de transferencia de imágenes
  • Barniz
  • Impresiones de las cartas

 

PROCESO

Después de cortar las tablillas al tamaño adecuado, se le pasa una ligera lija y se le aplica una capa del producto para la transferencia de imágenes, aplicando otra capa a las cartas que deberán estar impresas en formato invertido para que, una vez transferidas, se lean del derecho.

Una vez seco, se vuelve a aplicar otra capa sobre las impresiones para colocarlas, posteriormente, sobre la madera, de forma que no queden bolsas de aire y retirando el producto sobrante. Dejamos secar 8 horas.

Pasadas las 8 horas, se humedece la superficie y se espera un par de minutos para que vaya ablandando el papel y, poco a poco, con las yemas de los dedos o un paño húmedo, se va retirando. Este último proceso se repetirá todas las veces que sea necesario hasta que veamos que en la superficie, una vez seca, no se aprecia ni rastro del papel.

  

Finalmente, y para fijar mejor la imagen, se aplica una última capa del producto y, posteriormente, una de barniz.

La de barniz, aunque no la mencionan en las instrucciones del producto, he visto que el acabado queda más fino y siempre será una añadido para la durabilidad de la imagen.

   

 

 

 

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Decoración boda: Mesa dulce. Photocall y libro de firmas temática «Viajes»

Este verano tuve la suerte de poder realizar mi primera decoración de mesa dulce para una boda. Y aunque tanto en temática como en decoración, los novios, me daban libertad total para su diseño, siempre hay que seguir una línea con el resto de elementos que forman parte del evento: invitaciones, centros y distribución de mesas,..

invitación     cucuruchos_arroz

Así que después de hablar con ellos y ver el estilo que más o menos iban a seguir, una línea sencilla, a base de pequeñas flores, tarros de cristal, cuerda y materiales reciclados, opté por la madera como base de los centros de gominolas.

Aprovechando el tronco de un árbol seco, diseñamos unas bandejas con pie a diferentes alturas para la colocación de los recipientes en los que se presentaría el dulce. 

corte_troncobandejas_madera    soporte_madera

Unas cápsulas de cartón duro con blondas de mariposas y unos frascos de cristal adornados con arpillera, cuerda y lazo blanco harían de tiestos para nuestros azucarados ramilletes de flores, formados principalmente por lenguas, regalices y gominolas.

¡Nuestra mesa dulce parecía totalmente un jardín en plena primavera!

mesa dulce mesa dulce

mesa dulce

Finalmente, y siguiendo la temática que llevaría el photocall, la novia preparó unos originales kits de supervivencia dentro de unas mini-maletitas para una rápida recuperación de un maravilloso día de fiesta.

¡Estoy convencida de que más de uno le agradeció el detalle!

kit_de_supervivencia

pinzas_y_cartelería

Para el photocall se diseñaron unas maletas antiguas con cajas de cartón recicladas forradas con telas, cinturones de polipiel, hebillas,…

Y, como fondo, una loneta estampada de postales y cartas de la que colgaba una etiqueta gigante de polipiel con los nombres de los novios.

photocall_viajes

Además de los clásicos accesorios del photocall, tales como boas, gafas, cartulinas, etc. se prepararon unos marcos de madera que simulaban sellos postales. La foto con la novia el día del montaje es la única que tengo para enseñar. ¡Felicidades chicos!

NOTA: el de la foto no es el novio

photocall_viaje

Y, para terminar, el libro de firmas, propiamente dicho, no lo hubo. Lo que se hizo fue un pequeño avance de lo que después pasaría a ser el libro en sí.

Para ello se prepararon unas postales con diferentes destinos entre los que podíamos encontrar ciudades muy turísticas como París, Londres o Nueva York, espacios culturales como el «Castelo Rock» de Muros (A Coruña) e incluso lugares para perderse como «El quinto pino».

Serían, por lo tanto, los invitados, los que decidirían a que destino les gustaría «viajar».

postalespostalesbuzónmesa_libro_firmas

Desde aquí agradecer la confianza depositada en mí  y desear que la boda haya sido todo un éxito (que me consta que sí), que el viaje de novios les haya servido para desconectar y disfrutar y que a la vuelta se hayan encontrado con decenas de postales pendientes de leer, pues siempre es un bonito recuerdo para guardar.

¡Vivan los novios!

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