Con las cositas más asentadas, con esta nueva normalidad y después de tantos meses de apuro toca ir actualizando un poquito las redes sociales.
De ahí que, las próximas entradas, serán un batiburrillo de decoraciones y trabajillos que he ido haciendo con/para los pequeños, esperemos volver cuanto antes a la normalidad real.
Para el puzzle mostrado a continuación he utilizado el dibujo realizado por una de las protagonistas del grupo (junto con su madre y su hermano) y unas tablillas que me habían sobrado de las cartas del Diurno Café-Bar (en pleno confinamiento he ido tirando del material que había por casa).
Una vez escaneado, adaptado el tamaño e impreso el dibujo en cartulina, lo he cortado con un cúter al tamaño de cada una de las piezas (para que el corte quedase lo más fino posible) ayudándome de una regla o similar.
Después, he pegado cada porción con cola blanca sobre las tablillas cortadas y lijadas previamente y, para mayor durabilidad, las he recubierto con una capa del producto utilizado para transferir imágenes, terminando todo con barniz mate.
Finalmente, con una lija fina, he suavizado un poco los cantos para eliminar posibles astillas y restos de barniz, cola, etc.
Para las fundas, he aprovechado retales de fieltro, bies y botones, poniendo, a cada una de ellas, la inicial de cada pequeño.
Desde aquí agradecer a todos los que han ayudado para que, en pleno confinamiento, todos los pequeños recibiesen sus sorpresas: a Eulogio de Espacio Lector Nobel de Vilanova por las impresiones y entrega aprovechando su reparto de periódicos, a Roberto, de la panadería que muchos conocerán como Vilaboa o Sobradelo, por el reparto de los puzzles (junto con su bolsita de bollitos para cada pequeño) y a Fany por facilitar el contacto.