Packaging personalizado

El pasado 12 de octubre nos invitaron a unas bodas de oro. La idea era hacer un regalo grupal de una escapada de fin de semana, pero nunca fui muy amiga de dar sobres sin más por la sencillez de la presentación, me gusta acompañarlos con algún detalle que guarde relación con su contenido. Así que, con una caja de madera y la técnica de transferir imágenes, preparé un packaging personalizado.

En la tapa transferimos la foto del día de su boda y, en el frente, la frase:

«Que todas las noches sean noches de boda, que todas las lunas sean lunas de miel»

     

En su interior preparamos una composición de geles, cremas y jabones junto con el sobre que contenía el regalo principal.

Es una buena forma de que, una vez disfrutado el regalo, les quede un recuerdo.

   

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